Leyendo El retrato de Dorian Gray vuelvo a mis planteos sobre la imagen fisica. Siempre rechazo mis reflejos porque no muestran lo que soy, los siento ajenos, tan simples y poco áureos.
Y si bien a veces sé sacar provecho de ellos, para pasar desapercibida, disolverme y observar desde la invisibilidad, hay veces en que me pregunto para qué existen, si solo confunden al observador.
Y a la vez no me puedo engañar creyendo que a todos les pasa lo mismo, porque sé de la existencia de seres reversibles, de igual color por dentro y por fuera. O quizás yo soy en parte reversible y me cuesta aceptar mis imperfecciones.
La única explicación que me queda es la del juego, algo de divertido debe haber en adivinar más allá de la superficie.
Explicación aburridaComo siempre me pasa, escribo acortando camino y dejo sin explicar el proceso de mi idea, y por eso no se entiende nada. Pero igual me gusta ver como hay explicaciones que a mí no se me habían ocurrido y que me vuelven a replantear lo que digo.
Y aunque sé que a lo mejor es aburrido, para entender de qué estaba hablando faltaban dos datos:
Primero, en el Prólogo al
Retrato de Dorian Gray, hablan de esa idea del retrato como reflejo también de lo interno, y de cómo puede o no coincidir lo interno y lo externo. Eso me llevó a plantearme sobre si existía coincidencia entre mis dos partes.
Segundo, la palabra áureos hace referencia al
número de oro, como medida de proporción ideal que existe en la naturaleza y se intenta a veces reflejar en el arte. La relación entre proporción y belleza es lo que me lleva a ver mis propias imperfecciones físicas. Aunque esa dificultad para aceptar las imperfecciones es igual en lo interno, de ahí que sea reversible en parte. Me cuesta mirar mis dos imágenes en sus aspectos no bellos.
ActualizaciónPero me hicieron cuestionarme el concepto de
belleza, abriendo otras miradas sobre lo que es bello, difícil de definir.
Y si se aburrieron muchísimo al leer esto y sigue sin entenderse nada, yo avisé, me disculpo con este link al blog de la
Andre, que dice lo mismo que yo, pero con su humor genial de siempre.