Ayer pensaba en qué raro que es esto de lo virtual, como te podés encariñar tanto con gente que nunca has visto, y cómo se establecen relaciones tan diferentes con cada persona que encontrás. Pienso en que me río de mi misma cuando leo a Saramago y me parece que me estuviera hablando a mí.
Aunque en realidad no es nada nuevo, porque es muy parecida a la relación que establezco por otros medios, en cómo me puede afectar una película o un libro que leo, en un profesor que me da clases y nunca se entera de cómo me marcó.
Y con la amistad es lo mismo, es la misma sensación de cuando vivía en la Casa Argentina y conocía gente nueva, con la que quedé unida aunque ya no las pueda ver.
Aunque en realidad no es nada nuevo, porque es muy parecida a la relación que establezco por otros medios, en cómo me puede afectar una película o un libro que leo, en un profesor que me da clases y nunca se entera de cómo me marcó.
Y con la amistad es lo mismo, es la misma sensación de cuando vivía en la Casa Argentina y conocía gente nueva, con la que quedé unida aunque ya no las pueda ver.